Propiciadores del vuelo. Teatro de manufacturas humanas. Hijos bastardos de la posmodernidad buscándose en el nuevo paradigma del mundo.
Dios. O no ser
Dios. O no ser

Dios. O no ser

por Martín Acosta

Dios. O no ser, fue originalmente el Proyecto Ballena y nació de preguntarnos sobre el el avión de Malaysia Airlines que desapareció hace un par de años. En realidad una ociocidad. Esos pasatiempos de conspiranoicos. 

Imaginamos entonces a alguien que huye de un mandato divino. De un dios cruel y retrógrada. Y al tratar de huir le han atrapado y le han puesto en una especie de limbo: el interior de un avión sumergido en el Océano Índico. O de una ballena. Como Jonás.

El otro, por su parte, siendo Dios, puede ordenar: “ve a predicar”; “dile a los otros que se equivocan”; “estréllate en un World Trade Center”; “reprime a los sodomitas”; “tolera mi silencio”. Por eso es Dios. Es un hermoso trabajo. Y debe requerir de una gran sabiduría. Suponemos.

Así que hoy, gracias al apoyo de Iberescena y a muchas otras instancias, podemos dar posibles respuestas a nuestra ociosa pregunta inicial. Sólo posibles. Porque somos conscientes de que la verdad no existe. Tenemos verdades. Varias. Cada quién tome la que le acomode.

Por otro lado, es una tercer colaboración con la dramaturgia de Gaitán. Pensando en el trayecto -La Velocidad del Zoom del Horizonte (2013), Paradise by design (2015)- y pensaría que concluimos una trilogía sobre lo intangible: el universo y la inteligencia detrás de él en la primera; los laberintos de la consciencia y sus múltiples paralelos en la segunda; y, finalmente,  la crueldad y omnipresencia de esa entidad a la que llamamos Dios.

Tal vez la próxima trilogía será sobre tomar una taza de té mientras el tejido social colisiona a nuestro alrededor.
Por ahora, viajamos en una ballena a la que llamamos Dios. El invento más redituable de la historia de la humanidad.

Identidad Gráfica

¿Qué te parecería si te dijera que Dios es un maldito que solo busca desafanarse de la sumisión de los humanos que a todo le ponen un significado milagroso y necesitan ver características de ‘heroicidad’ en algo o alguien? Bueno, algo así nos encontramos con este proyecto teatral que, no está de más decirlo, resulta muy extravagante, llamativo, ecléctico y con actuaciones tremendas. Esta obra cuestiona, con gran talento, las ideas en torno a Dios que como humanos tenemos, hace un uso del guión espectacular y te suelta diferentes preguntas que te pegan hasta en lo más profundo de tu fanatismo religioso, algo así como preguntarnos si ¿Realmente necesitamos a Dios?

ADRIANA VELARDE + VICIOCIO + 2019

Con un magnífico trabajo de iluminación a cargo de Matías Gorlero y con una poderosa actuación de parte de Diana Sedano capaz de proyectar con cada fibra de su ser a una profeta casi feral y reticente a llevar el mensaje de un no tan omnipotente creador a los habitantes de la tierra.

JUAN CARLOS ARAUJO + ENTRETENIA + 2018

La dramaturgia de David Gaitán le hace guiños al expresionismo, agnosticismo y existencialismo; sin estereotipos, sus personajes los construye desde una óptica distinta, no convencional. Su texto apela y requiere de toda atención del espectador. Su cómplice es Martín Acosta, director de la obra -no es la primera vez que trabajan juntos-, el resultado es portentoso, la afinidad de Acosta y Gaitán se refleja sobre el escenario.

ROBERTO SOSA + CARTELERA DE TEATRO + 2019

Esta historia brinca del drama, al documental, al thriller, a la comedia y de vuelta, en una especie de círculo vicioso que aún cuando tiene el camino listo para seguir, retoma ideas para crecer la historia y volver a explicar la situación, lo cual al final se agradece pues a pesar de ser una trama que requiere de una concentración absoluta por parte del espectador, se va resolviendo con mayor sencillez.

SAÚL CAMPOS + CARTELERA DE TEATRO + 2018

Dios o no ser, es una obra que nos permitió descubrir y hacer conciencia de que la realidad tiene muchos más pliegues de los que creemos y que el ser humano siempre necesitará de un ser por encima de nosotros, pues equivale a la promesa de que en algún momento al verlo uno se estará viendo a si mismo, estando en un nivel más alto del que actualmente ocupamos.

DIFUSIÓN KA + 2018

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