Al igual que en otros trabajos de Teatro de Arena, la literatura ha sido la base fundamental para estructurar un texto dramático que sólo adquiere sentido en la puesta en escena. Aquí hemos recurrido a dos autores antagónicos en los que buscamos la dualidad, la esquizofrenia y -por supuesto- la relación imposible de dos que se tocan y no se pueden amar. Truman Capote y Michel Tournier representan polos opuestos: su visión de la vida, de la sensualidad, del honor y del manejo de la palabra como recurso y como discurso, los sitúan en mundos distintos, aunque, peculiarmente, el mismo: uno huye en trenes que lo devuelven a la misma estación, el otro permanece dialogando y peleándose consigo mismo. Al anochecer, ambos se encuentran de nuevo para contarse la historia del que huye para encontrarse a sí mismo.
La historia sucede una noche de insomnio en la que dos hermanos siameses se cuentan la historia de otros siameses que han logrado separarse, pero sólo para buscarse perennemente en ciudades, trenes y habitaciones de hotel. En medio aparece también la historia de una mujer que podría llamarse algo así como una «víctima de las circunstancias». Sophie es su nombre, porque la historia sucede en la Bretaña francesa.
La poética literaria es el faro que da sentido a las últimas obras del grupo, pero la trascienden para volverla un planteamiento espectacular. Es un teatro de actores, de palabra, de imagen, pero donde está muy clara la idea que persiguen autor, director y actores. Es un manejo de la percepción que penetran en los altibajos de la espiritualidad humana y lo logran de manera sutil.
RUBÉN DARÍO ZULUAGA GÓMEZ + LA PATRIA, MANIZALES, COLOMBIA + 2000
Los pequeños espacios los vuelve grandes. Su trazo es impecable y el ritmo semilento permite digerir lo complicado del texto.
ALEJANDRO LABORIE ELÍAS + SKENE CARTELERA TEATRAL + 1998
Juegos y rejuegos que no ofrecen mayor dificultad a la comprensión del espectador porque la mezcla de narración acción escénica van formando un hilo conductor entre las historias debidas a dos escritores tan disímbolos como el francés y el estadounidense.
OLGA HARMONY + LA JORNADA + 1998
Tanto se dibuja en el texto como se crean imágenes conceptuales a partir de la conjugación de los cuerpos y las acciones. Claro que esta cualidad es propia del teatro, pero sin embargo no es frecuente encontrarla con esta fluidez y fertilidad. (…) Tres sólidas interpretaciones con esa justa dosis entre lo entrañable y lo evidente, personajes de ficción que caracterizan buena parte de las obras trabajadas por Martín Acosta.
BRUNO BERT + TIEMPO LIBRE + 1998
El juego de tiempos y espacios será visto en escena a través de la refracción del vaso de agua; no hay una línea recta, sino quebrada, no hay una historia, sino varias, ¿y cuántos hermanos? Dos que se multiplican; los mismos que realizaron Carta al Artista Adolescente, entre muchas otras obras de Teatro de Arena, compañía que ha sobrevivido desde 1988 con éxito inusual.
REYNA BARRERA + UNO MAS UNO + 1998
Este ir y venir por entre los distintos planos de realidad, en conjunción con un texto que brota caudalosa y vertiginosamente desde los labios de los personajes, termina por obligar al espectador a deponer sus esquemas de percepción acostumbrados y acceder a nuevas experiencias para los sentidos. De esta manera, la lectura que se va teniendo del espectáculo, conforme avanza se va multiplicando como el juego infinito de los espejos que, en esencia, representan estos hermanos siameses.
PABLO MANDOKI + LA JORNADA SEMANAL + 1998
Así, limpio y de calidad, es el trabajo de Teatro de Arena, compañía procedente de la ciudad de México. No se trata de un grupo universitario, sino profesional y bastante aplaudido en exigentes escenarios.
RAFAEL GÁNDARA + EL INDEPENDIENTE DE HERMOSILLO, SON + 2000